Break Cooling. That makes the difference!
La refrigeración de los frenos es la clave para una frenada infalible, porque tus frenos pueden marcar la diferencia entre la victoria y la derrota en la pista. Cuanto mejor se agarren los frenos, más tarde tendrás que frenar. Aquí es donde puedes conseguir el segundo decisivo, pero para ello los frenos deben estar suficientemente refrigerados. Aquí encontrarás todo lo que necesitas para la refrigeración de tus frenos de competición: desde la placa del inducido hasta el latiguillo de freno, refrigeración de frenos universal y especial para algunas marcas de coches.
Refrigeración de los frenos en el automovilismo
Un freno funciona por fricción y la fricción genera calor. Si sólo frenas una vez, este calor puede disiparse fácilmente. Sin embargo, en cuanto nos encontramos en situaciones en las que tenemos que conducir más rápido y frenar con más frecuencia e intensidad, las cosas cambian. En circuito, el calor resultante puede convertirse en un problema si utilizamos sistemas de freno estándar. Los discos de freno y el líquido de frenos se calientan rápidamente hasta 900° C, que el freno estándar no puede soportar. El calor extremo hace que el disco de freno se deforme, las pastillas fallen y disminuya el rendimiento de la fricción. Sin embargo, como los frenos de competición tienen que estar a una temperatura determinada para funcionar de forma óptima, no podemos limitarnos a "enfriar" los frenos. Necesitamos un buen equilibrio entre la temperatura base necesaria y una refrigeración precisa de los frenos para conseguir el mejor resultado.
Ventilación de los frenos
La mejor forma de enfriar los frenos es mediante la ventilación de los frenos. En este caso, la corriente de aire se dirige a través de mangueras hacia las cazoletas de los discos de freno y el calor generado durante el frenado se libera al aire. En nuestra tienda encontrarás las placas de anclaje y los latiguillos necesarios para ello. Esto garantiza que el aire de refrigeración se dirija exactamente donde se necesita. Así podrás confiar al cien por cien en el rendimiento de los frenos y dejar de perder valiosos segundos. Aunque no estés compitiendo, siempre aumentarás la seguridad si adaptas la potencia de frenado a la potencia del motor.